jueves, 22 de octubre de 2009

El perfume en la memoria.

Recuerdos trascendentes del olvido
siembran en mi alma la nostalgia,
placer por recordar lo ya vivido
que rebosa vestigios de hemorragias.

Capítulos pasados, atesorados
en lo más profundo de mí ser;
maravillosos rayos soleados
apogeo dorado, pasión por el ayer.

Desierta mi noche, desierto mi día
árida soledad en la penumbra,
que sume mi cuerpo en la apatía
un pasaje directo hacia mi tumba

Torturas y juegas con mi mente
¡Que sádica, la cruel melancolía!
convierte en puzzle mi presente
mi pasado, en inerte roca fría



Por E. Martinez.